Pocas noticias alentadoras para los mercados europeos, que se mueven en un terreno de incertidumbre. El Ibex quiere romper la barrera de los 9.400 puntos e ir recuperando el terreno perdido durante las semanas pasadas.

Ya ni la rebaja de calificación crediticia a Tuquía por parte de Standard and Poors y Moodys el pasado viernes a última hora ha hecho mella en los inversores ni en la lira turca. Más pendientes está, en cambio, de la reunión entre EEUU y China que se inicia mañana y que puede tener más repercusiones globales, con los mercados emergentes en el punto de mira.

De cómo discurra el encuentro entre las dos grandes potencias y cómo pueda afectar al comercio mundial las decisiones que puedan adoptar dependerá la evolución de los mercados, que pueden ser arrastrados más a la baja si las bolsas norteamericanas se dan la vuelta y rompen su tendencia alcista.

De momento, la crisis turca seguirá centrando la atención de la jornada, por la influencia que tiene en el sector financiero, sobre todo en España, como ya ha notado en sus carnes el BBVA.