Existe debate sobre si el BCE se mantendrá prudente a la hora de dar nuevos pasos de apoyo a la economía o, de lo contrario, dará nuevos pasos para demostrar que hay alguien al volante en la zona euro. “A falta de conocer el verdadero impacto económico de la pandemia, parece que no son, por […]
BolsasExiste debate sobre si el BCE se mantendrá prudente a la hora de dar nuevos pasos de apoyo a la economía o, de lo contrario, dará nuevos pasos para demostrar que hay alguien al volante en la zona euro. “A falta de conocer el verdadero impacto económico de la pandemia, parece que no son, por el momento, necesarias más medidas extraordinarias. El mercado tan solo espera que la presidenta del BCE ratifique el firme compromiso del organismo de que hará todo lo que sea necesario, opina
Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management, Bank Degroof Petercam Spain. De igual manera, Diego Fernández Elices, director de inversiones de A&G Banca Privada, no espera grandes anuncios “ y menos en mitad de las discusiones políticas que hay ahora encima de la mesa de negociación”. Tiene claro que el BCE no quiere tomar el camino de nuevas bajadas del precio del dinero porque duda de la efectividad de los tipos negativos y cree que, sin ser del todo descartable, el organismo dejará para próximas reuniones la medida que en el mercado se visualiza como más probable en la hoja de ruta del BCE: un incremento y flexibilización del programa de compras.
Ampliación del PEPP
Sin embargo, no todo el mundo tiene claro que el organismo dirigido por Christine Lagarde opte por esperar. Desde Ebury esperan ver una ampliación del Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) “para aumentar su capacidad hasta el punto en el que pueda absorber todas las emisiones de los países periféricos hasta, por lo menos, finales de 2020”, algo que “favorecería la recuperación del euro”.
En cambio, Gilles Moëc, Chief Group Economist en Axa Investment Managers, no prevé un anuncio tan determinante esta semana, aunque sí ve necesario un aumento preventivo del tamaño del PEPP para superar el millón de euros y espera al menos que Lagarde abra esa posibilidad de aumento “para demostrar que la Eurozona todavía puede contar con un poderoso respaldo político“.
Este programa, por importe de 750.000 millones (equivalente al 6% del PIB de la eurozona), se puso en marcha hace un mes y ha servido para aliviar los niveles de estrés que han vivido los bonos del gobierno de los países más afectados por el virus, con subidas de las primas de riesgo de Italia y España, pero cuenta con margen de maniobra. Para Olivia Álvarez, analista de Monex Europe, “es crucial que el BCE avance hacia aliviar la presión sobre los diferenciales en el área”, desequilibrio que podría abordarse con entre 200.000 y 500.000 millones de euros en el PEPP, junto con “una implementación flexible o la relajación de la clave de capital, que actuaría como respaldo para la emisión italiana y española en 2020, al tiempo que dejaría espacio para compras en otros lugares”.
Detalles sobre los “ángeles caídos”
Los expertos señalan que es probable que aún no se anuncien revisiones económicas por parte del BCE pero destacan que el organismo “tiene la oportunidad de aclarar que tratamiento le dará a los activos fallen angel dentro de los distintos programas de compras”, apunta Konstanti Veit, gestor de PIMCO. Hace una semana, el BCE anunciaba que aceptará “bonos high yield” emitidos por empresas como colateral en las subastas de liquidez a la banca, una medida sin precedentes y que, según Casanovas, “aliviará este tramo de los bonos corporativos, muy afectado por el incremento de revisiones de rating”.
Sin embargo, hay detalles por concretar. “Creemos que el BCE seguirá comprando activos que fueron degradados después del pasado 7 de abril y que mantienen al menos un rating de BB, pero esto no abre la puerta a una compra amplia e indiscriminada de toda clase de papel High Yield”, señala Veit.
En definitiva, para Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, será interesante escuchar las opiniones de Christine Lagarde sobre la asignación de compras de activos bajo el Programa de compras de emergencia pandémica (PEPP). Espera ver a corto plazo algunos cambios en sus parámetros. Sin embargo, otras acciones que cabe esperar del organismo, “como tomar el control de la curva de rendimiento con objetivos para tipos a 10 años (siguiendo el ejemplo del Banco de Japón) o una mayor diversificación de compras -al incluir un alto rendimiento más allá de las medidas ya tomadas en cuanto a fallen angels o incluso renta variable-, son posibles pero parecen menos necesarios en esta etapa”.