En lo que llevamos de 2018 el precio del petróleo ha crecido de manera constante. El barril se vendía a 66 dólares los primeros días de enero, mientras que ahora su cotización está por encima de los 70 dólares. Sin embargo, el precio máximo que ha alcanzado en estos nueve meses se ha quedado en los 79 dólares. En el mismo mes de septiembre, pero de 2017, el barril de crudo tenía un precio de 55 dólares. Como se puede observar, el crecimiento del precio es palpable y se ha reflejado también en un aumento en el precio del litro de diésel y gasolina.

De cara a los últimos meses de este 2018, el petróleo se prepara para vivir un nuevo escenario de volatilidad que puede disparar el precio por encima de los 80 dólares y situarse en la horquilla entre los 80 y los 90. Varios analistas auguran que no se sobrepasarán los 100 dólares por barril, como ya ocurrió en septiembre de 2014, pero es probable que antes del 4 de noviembre su precio aumente en más de 10 dólares por barril.

El 4 de noviembre, Estados Unidos hará efectivas unas nuevas sanciones a Irán, que repercutirán directamente en la compra de crudo iraní. Sin embargo, aunque Donald Trump inste a sus socios a reducir a cero las importaciones de crudo del país árabe, no será algo factible.

Irán ha iniciado una nueva estrategia de crudo flotante, que ya puso en marcha hace solo dos años. El país está acumulando crudo en superpetroleros frente a sus costas. El problema reside en que se produce al mismo ritmo que en años anteriores, pero no se vende en el mercado. Por ejemplo, Francia y Corea del Sur han reducido drásticamente la importación de petróleo iraní. La media de barriles por día que se bombean en Irán sigue estando próxima a los 3 millones.

Imponer estas sanciones a Irán hace que el precio del crudo suba porque la oferta se reduce. Por ello, el presidente estadounidense ya ha instado a Arabia Saudí y a Rusia a aumentar su producción para paliar las sanciones a Irán y que de esta manera se mantenga la oferta disponible de petróleo. Sin embargo, está solución no será del todo sencilla porque Irán está entre los productores más importantes de la OPEP.

Por otro lado, Estados Unidos está trabajando duro en aumentar muy rápidamente la producción de petróleo. El próximo año, Texas superará en producción a Irán e Irak y logrará bombear 5,6 millones de barriles al día. Pero no solo eso, Dakota del Norte ya supera en producción diaria a Venezuela tras superar los 1,24 millones de barriles.

Todo esto influirá en el precio del petróleo, por un lado, es previsible que aumente en los próximos meses, debido a las nuevas sanciones a Irán. Pero, es probable que el aumento de la producción en Estados Unidos y en otros países logren reducir de nuevo el precio del barril en el medio plazo.