El beneficio neto ajustado de la petrolera, es decir, el que refleja de forma específica el comportamiento de los negocios, ha alcanzado los 1.115 millones de euros entre enero y junio, frente a los 1.132 millones del primer semestre de 2018.

Desde Repsol destacan que se trata de resultados "sólidos"logrados en un escenario de precios más bajos del crudo, de suspensión de la producción en Libia durante buena parte del semestre y de descenso de los márgenes internacionales de refino. Unas cifras que permiten a la petrolera proponer una mejora de la retribución a los accionistas a través de la amortización de un 5 por ciento del capital social.

La petrolera aprovecha, de este modo, para hacer llegar a sus accionistas el flujo de caja extra que le añade un precio del crudo por encima de lo previsto en su plan estratégico.

Áreas de negocio

Si nos fijamos en las cuentas por áreas de negocio, la de Upstream, es decir, Exploración y Producción, ha registrado un beneficio de 646 millones de euros hasta junio, en línea con el mismo periodo del año pasado.

Por su parte, el negocio de Downstream (Refino, Química, Movilidad, Lubricantes, GLP, Trading y Gas, y Repsol Electricidad y Gas) ha conseguido 715 millones de euros, un 6 por ciento menos.