Existen algunas temáticas a largo plazo que mantienen su vigencia pese a los vaivenes que se han vivido en los mercados a raíz de la expansión del coronavirus. Una, sin duda, es el hecho que de que la ESG (inversión con arreglo a criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) se ha convertido en una […]
Existen algunas temáticas a largo plazo que mantienen su vigencia pese a los vaivenes que se han vivido en los mercados a raíz de la expansión del coronavirus. Una, sin duda, es el hecho que de que la ESG (inversión con arreglo a criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) se ha convertido en una prioridad para los inversores. Otra de ellas tiene que ver con el crecimiento de Asia, apoyado en buena medida en la recuperación económica de China. “En los últimos 10/15 años, la región ha sido líder en crecimiento económico y pensamos que lo será también en los siguientes”, asegura Domingo Barroso, director de ventas de Fidelity España. Un convencimiento que se apoya no solo en la evidencia de que ha entrado primero en la crisis del Covid-19 y en la disciplina de sus medidas para controlarla, sino también en su experiencia en crisis sanitarias anteriores, en el uso amplio de la tecnología (conectividad, uso de datos, IA…), en su mayor crecimiento frente a Europa o a EE.UU. o en su menor deuda. Además, cuenta con otros factores de apoyo como la demografía, regímenes políticos más estables, con un dólar débil, “lo cual es un viento de cola para Asia”, y con un precio del petroleo asequible, algo que “beneficia especialmente a China como mayor importador mundial de crudo”, subraya.
Bolsa China
Para Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica de Nordea AM, “la recuperación de la economía china debería producirse antes que la de otros países y extenderse al resto de Asia en un horizonte de uno a tres meses”. Con esto en mente, “nos centramos en el auge de la clase media del país y en su rico e innovador sector tecnológico, que abarca desde empresas de motores de búsqueda hasta fabricantes de microchips. Podemos sacar partido de esta temática a través de la renta fija o la renta variable emergente”.
Álvaro Cabeza, director general de UBS AM para Iberia, recuerda que “desde una perspectiva de inversión, China es aún un mercado bastante ineficiente, con características propias muy específicas. En renta variable, tomar apuestas fuera del índice y aprovechar las ideas generadas por un equipo local, es una apuesta ganadora”. Además, subraya que “la crisis actual sólo ha acelerado muchas de las temáticas que más nos gustaban de ese mercado: la transición de offline a online o la concentración de jugadores”.
Por su parte, Nicholas Yeo, responsable de renta variable china y gestor del Aberdeen Standard China A Share Equity Fund, cree que pese a la reciente y fuerte subida del índice chino CSI300, impulsado por los inversores minoristas, “sigue habiendo razones para ser positivos en las perspectivas a largo plazo del mercado de acciones A. A medida que China se aleje de la dependencia de las exportaciones, su crecimiento se verá impulsado por el consumo interno y el aumento de la clase media. Ello creará oportunidades para invertir en empresas de calidad en productos de consumo discrecional y de primera necesidad, atención de la salud y servicios financieros”.
Yeo también observa una creciente toma de conciencia de que la mejora de los aspectos ESG puede convertirse en un motor de rentabilidad para los accionistas y, aunque es consciente de lo elevado de las valoraciones, “anticipamos oportunidades para invertir en áreas que se beneficiarán del cambio en las pautas de trabajo y consumo debido a la pandemia Covid-19, como la computación en la nube, la ciberseguridad y los centros de datos”.
Renta Fija China
“En el plano de la renta fija, los diferenciales se han ajustado considerablemente, pero seguimos observando oportunidades idiosincrásicas aptas para ser objeto de un análisis bottom-up”, explica Sebastien Galy, de Nordea AM, siempre con el horizonte puesto en el largo plazo.
Desde UBS AM Iberia destacan que “los bonos de gobierno chinos ofrecen a día de hoy rentabilidades reales y nominales positivas, en contraste con la mayoría de gobiernos desarrollados”. Asegura que han aportado estabilidad y descorrelación en los momentos más complicados de esta crisis y se muestra convencido de que el hecho de que haya aún muy pocos inversores que tengan una asignación específica a renta fija china en sus carteras “está a punto de cambiar”.
Bruno Patain, responsable de Eurizon para España y Portugal, también es un convencido del potencial de la renta fija china. “China ya es el segundo mercado de renta fija del mundo, detrás de EE.UU., pero todavía ofrece rendimientos atractivos, superiores al 3%, comparados con la Eurozona, por ejemplo, que a menudo tiene rendimientos negativos. Aunque pueda sorprender, hasta ahora, la renta fija china se ha comportado como un activo refugio y en cada momento de alta volatilidad en los últimos 15 años ha registrado rentabilidades positivas”, apunta.
El interés por este activo tampoco pasa desapercibido para Ibercaja Gestión, que se plantea lanzar un fondo de renta fija centrado en la región asiática. “China es un mercado que sigue ofreciendo grandes perspectivas de crecimiento(…) y su renta fija es uno de los activos que más se recomienda para diversificar las carteras a nivel mundial”, señala Óscar de Diego, director de inversiones de la gestora.