La Reserva Federal estadounidense ha cumplido con las expectativas del mercado. Tras su reunión de dos días, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) ha decidido rebajar los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual, en un movimiento que no se producía desde finales de 2008, cuando la FED estaba liderada por Ben Bernanke.

No ha habido unanimidad en la decisión, ya que la responsable de la Fed de Kansas City, Esther L. George, ha votado a favor de mantener el precio del dinero, al igual que el presidente de la Fed de Boston, Eric S.Rosengren.

Con este movimiento, el organismo presidido por Jerome Powell pretende actuar de forma preventiva ante el eventual mayor deterioro de la situación económica, que puede agravarse en función de cómo evolucione la guerra comercial abierta con China.

Así, con el argumento de una inflación por debajo del objetivo establecido del 2 por ciento y con la evidencia de una desaceleración global en un entorno marcado por la incertidumbre, la FED ha virado de forma clara la estrategia de alzas diseñada por Janet Yellen, cuando comenzara a subir tipos en diciembre de 2016.

Dispuesta a seguir actuando

El comunicado de la FED deja abierta la puerta a la posibilidad de nuevas rebajas de tipos. "El Comité continuará monitorizando las implicaciones de los cambios en las tasas de interés y la información que vaya llegando en referencia al entorno económico y actuará de manera apropiada para sostener la expansión", asegura.

Por otro lado, el organismo presidido por Powell ha decidido que concluirá en agosto el proceso de reducción del balance, dos meses antes de lo previsto.