El Banco Central de Suecia anunció hace unos meses que su plan para este año era abandonar los tipos de interés negativos, actualmente están en el -0,25%. Sin embargo, todo parece indicar que la desaceleración económica nacional y mundial prolongará durante algún tiempo más los tipos negativos e incluso no se descarta que se reduzcan al -0,5%. De confirmarse está reducción, la entidad sueca cumpliría casi un lustro con tasas negativas.

Lo cierto es que el resto de bancos centrales, como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo ya han dejado entrever su intención de añadir nuevos estímulos a la economía con el fin de evitar o alejar la recesión. Por ello, el Riksbank, así se conoce al Banco Central de Suecia, tendrá que desdecirse de los planes anunciados a finales de 2018 y seguir prolongando la era de los tipos de interés negativos.

Además, desde la última reunión del banco, los datos económicos nacionales no han sido nada positivos. De hecho, la economía sueca se contrajo en el segundo trimestre, la confianza de los consumidores y de las empresas ha empeorado y el desempleo ha subido en el país. Datos que alejan esa subida de tipos y que acercan una reducción cercana al -0,5%.

A pesar de todo, los objetivos sobre la inflación se han manteniendo o se han superado. Además, la moneda nacional está en mínimos históricos, lo cual deja al banco más espacio para maniobrar.

Por su parte, los diferentes analistas consultados por Bloomberg coinciden en la posibilidad cercana de un nuevo recorte en los tipos y de la reactivación del programa de compra de bonos soberanos. Por otro lado, también mantienen abierta la posibilidad de que el banco se quede en el actual -0,25% y que atrase la subida de los tipos para devolverlos al 0% hasta mediados de 2020.