La semana marcada por las reuniones de diferentes bancos centrales sigue su curso, a la espera de ver si hay alguna novedad hoy mismo por parte del Banco de Inglaterra. Tras su encuentro de dos días, el Banco de Japón ha decidido mantener su tasa de referencia a corto y medio plazo en el -0,1 por ciento para los depósitos bancarios, además de continuar con niveles en torno al 0 por ciento para los tipos a largo plazo.

Junto a ello, continúa con su plan de compra de activos lanzado en 2013 y con su meta de alcanzar una inflación del 2 por ciento, objetivo para el que seguirá expandiendo su base monetaria. De momento, el IPC se sitúa en los entornos del 0,5 por ciento.

De momento, el BOJ prevé continuar con su política de tipos negativos por lo menos hasta la primavera de 2020, ante las dudas que se ciernen en torno a la actividad económica y a los precios, incluida la subida del IVA que está prevista en Japón a partir del próximo 1 de octubre.

La decisión de no mover ficha del Banco de Japón se produce apenas horas después de que la FED decidiese recortar el precio del dinero en EE.UU. en un contexto de guerra comercial con China y de incertidumbre macroeconómica y geopolítica