Pese a rebotes puntuales, como el registrado en la última sesión y que hoy persiste, lo cierto es que hace meses que se observa una tendencia hacia la debilidad de la moneda estadounidense. A juicio de los expertos, son varios los factores que están detrás de esta evolución, caso de las preocupaciones relacionadas con la […]
Tipos de interésPese a rebotes puntuales, como el registrado en la última sesión y que hoy persiste, lo cierto es que hace meses que se observa una tendencia hacia la debilidad de la moneda estadounidense. A juicio de los expertos, son varios los factores que están detrás de esta evolución, caso de las preocupaciones relacionadas con la gestión de la pandemia de COVID-19 al otro lado del Atlántico, las elecciones del mes de noviembre en EE.UU., los tipos de interés reales, los diferenciales de crecimiento o la respuesta fiscal y monetaria que se está dando a la crisis actual en la primera potencia económica mundial. Y existe consenso a la hora de esperar que la situación se mantenga. “Un dólar débil sigue siendo nuestra principal convicción de inversión”, asegura Gilles Prince, CIO de Edmond de Rothschild.
Papel de la FED
A juicio de Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, la situación de la divisa estadounidense parece adelantar “un mundo de tipos muy bajos en general” y una “mayor laxitud futura en la actuación de la Reserva Federal frente al Banco Central Europeo”. Para Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM), la precipitada carrera de la Fed ante la compleja situación en EE.UU. ha afectado al billete verde mientras que el plan de rescate europeo ha reforzando “la solidez de Europa y la zona del euro “.
Una idea en la que insisten Gene Frieda y Sachin Gupta, de PIMCO. “La agresiva respuesta de la política monetaria de la Reserva Federal ha erosionado la ventaja de rendimiento del dólar acumulada a lo largo de un ciclo plurianual de subidas de tipos”, señalan. Estos expertos consideran probable que la modera estadounidense se debilite de cara a los próximos meses “debido a los bajos tipos de interés y a la continua política monetaria acomodaticia”. Sin embargo, también ven igualmente probable que el shock económico de la pandemia limite esa caída, dado que “mientras exista la incertidumbre relacionada con el virus, se espera que el freno al crecimiento mundial limite el alcance y la amplitud de cualquier descenso del dólar”. Así, como alternativas potenciales sitúan al euro y al yen japonés.
Con respecto a la Reserva Federal hace unos días anunciaba cambios en su mandato y aseguraba que toleraría a partir de ahora periodos de inflación por encima del 2% para mantener el promedio alrededor del objetivo. Una decisión que, a juicio de los expertos de Ebury, no ha ayudado a la moneda americana, al tiempo que “impulsa nuestra perspectiva bajista para el dólar estadounidense a largo plazo”. Eso sí, de cara al corto plazo, aseguran que “la resistencia a nuevas devaluaciones en el dólar está aumentando” y señalan, por ejemplo, que “unos resultados positivos en los datos del mercado laboral el próximo viernes podrían impulsar un repunte de cobertura a corto plazo en el dólar”.
Gráfico evolución euro/dólar últimos seis meses
Sea como sea, Gilles Moëc, Chief Economist de AXA IM, tiene claro que “la Reserva Federal ha causado otro dolor de cabeza para el BCE con la añadida apreciación del euro. “Si bien no creemos en el fin del dólar como moneda refugio dominante en el mundo, la actual fortaleza del euro, aunque no es espectacular desde una perspectiva histórica, no llega en el momento adecuado para las exportaciones de la zona euro”, subraya. Además, no cree que haya una solución rápida políticamente realista en manos de Christine Lagarde para afrontar este viento en contra.
Efecto en otros activos
Partiendo de la base de que para Anujeet Sareen, gestor de Brandywine Global, “las oportunidades de inversión que encontramos en divisas se alejan del dólar estadounidense”, existen varias derivadas de su debilidad entre distintos activos. Para Jack Janasiewicz, portfolio manager de la gestora Natixis Investment Managers, independientemente de cualquiera que sea la razón que se quiera citar para explicar el comportamiento de la divisa estadounidense, lo cierto es que “la debilidad del dólar es un catalizador para que suba el oro”.
Junto a ello y pensando en términos de renta fija, desde Edmond de Rotchchild aseguran que están “sobreponderando la deuda soberana de los países emergentes. Es probable que los tipos de interés bajos y la debilidad del dólar estadounidense perduren, por lo que el segmento sigue siendo atractivo”, destacan.
Papel de moneda reserva
El el contexto actual para el billete verde, lo cierto es que se ha generado debate en torno a su pérdida del estatus como moneda de reserva mundial en un futuro próximo, pero Sven Schubert, Senior Investment Strategist de Vontobel Asset Management, cree que esto es algo exagerado. “Quienes ya están viendo a los buitres rondando sobre el dólar como la fuerza dominante en los mercados mundiales de divisas se equivocan. La reciente debilidad de esta moneda es más bien una consecuencia del empeoramiento de las condiciones económicas que apoyan la moneda”, afirma.
Así, entiende que sólo una derrota de EE.UU. en la guerra tecnológica contra China podría quebrar el dólar y acelerar su declive, al tiempo que subraya que hoy en día no existe ninguna alternativa viable al dólar como moneda mundial, sino sólo dos candidatos que podrían reunir fuerza suficiente: el euro y el yuan. En todo caso, destaca que ahora mismo “ni la eurozona ni China son competidores serios para EE.UU. en términos de las cifras económicas clave que son necesarias para asumir ese papel” . Además, también pone sobre la mesa que “la profundidad de los mercados financieros estadounidenses no tiene rival, los bancos centrales siguen prefiriendo mantener la mayoría de sus reservas en dólares, los principales productos básicos del mundo se negocian en dólares” y la mayoría de los contratos comerciales mundiales también. En concreto, actualmente alrededor del 50% de estos últimos se cotizan en dólares, pese a que “Estados Unidos sólo representa aproximadamente el 12% del comercio mundial, lo que pone de manifiesto el dominio de esta divisa”.